Los 39 escalones (1935)



Los 39 Escalones
(1935) de Alfred Hitchcock
Sinopsis

En un espectáculo de variedades londinense se produce un gran tumulto. Una pareja compuesta por un canadiense llamado Richard Hanny (Robert Donat) y una mujer de nombre Annabella Smith (Lucie Mannheim) logran salir de la jauría humana que se acaba formando. 

Annabella le cuenta a Hannay que es una agente británica, cuya misión es descubrir a un grupo de traidores que pretenden vender un importante secreto de estado a una nación extranjera. 

Con posterioridad a su encuentro, la mujer será asesinada, contando Richard con sólo dos pistas para intentar localizar a la banda de espías: un mapa de Escocia y unas palabras, "los 39 escalones".



 
Título original: “The 39 Steps”

 Los 39 escalones  
(Argentina y España)

 39 escalones  
(Venezuela y reedición en España)
 



Datos y cifras

País: Reino Unido
Año: 1935 
Género: Policiaco, misterio, thriller.
Duración: 86 minutos
 Idioma: Inglés



Ficha técnica 

Dirección: Alfred Hitchcock 

Guion: Charles Bennett, Ian Hay.
(Basado en la novela homónima de John Buchan) 

Música: Charles Williams, Hubert Bath, Jack Beaver 

Sonido: A. Birch 

Fotografía: Bernard Knowles

Montaje: Derek N. Twist 

Vestuario: Marianne 

Reparto

Robert Donat -----------------Richard Hannay
Madeleine Carroll ----------Pamela
Lucie Mannheim -----------Annabella Smith
Godfrey Tearle --------------Profesor Jordan
Peggy Ashcroft -------------Margaret, esposa de John
John Laurie ------------------John, granjero
Helen Haye ------------------Señora Louisa Jordan
Frank Cellier ----------------Watson, policía
Wylie Watson --------------Señor Memoria

La Novela de John Buchan “Los 39 escalones”

y su Adaptación al Cine

 

Portada del Libro de John Buchan ¨Los 39 escalones¨





























































































La película se desvía substancialmente de la novela de Buchan, introduciendo un matiz romántico. Otro punto divergente radica en que en el film de Hitchcock, “los 39 escalones” hacen referencia a una organización clandestina en sí misma, mientras que en el libro y en las otras versiones cinematográficas, se refieren a escalones físicos, aunque localizados en diferentes lugares y con distintos significados en función de las tramas.

Luego del éxito obtenido por Hitchcock con la película “The Man Who Knew Too Much” (1934), en la que se trataban los temas del terrorismo político y el espionaje internacional, el director insistió en que se mantuvieran esos mismos ingredientes en el tratamiento de la famosa novela de John Buchan, “Los 39 escalones”. El guionista Charles Bennet, con quien el director había trabajado en su anterior film, era de la opinión de que pese a que la novela poseía un ritmo adecuado, estaba totalmente desprovista de carácter, humor y potencial para atraer al público. Es por este motivo que Hitchcock y Bennet decidieron explotar dos aspectos de la realidad contemporánea: las noticias referentes a Hitler y su participación en la ascensión del fanatismo nazi, y el deseo del público de ver elementos cómico-románticos.

Argumento

 

 
El canadiense Richard Hannay (Robert Donat) está en un teatro de Londres, asistiendo a una demostración de los asombrosos poderes del señor Memoria (Wylie Watson) -un hombre con una memoria superlativa, que responde todas las preguntas que le hace el público- cuando se produce una refriega y resuena un disparo.



En el consiguiente pánico, Hannay se encuentra a sí mismo abrazando a una atemorizada Annabella Smith (Lucie Mannheim), y ella lo convence de llevarla a su apartamento. Una vez allí, ella le confiesa que es una agente de inteligencia perseguida por unos asesinos que pretenden asesinarla. La mujer afirma haber descubierto un complot para robar unos importantes secretos militares del Reino Unido. Este plan ha sido maquinado por un hombre que tiene la punta de uno de sus dedos cortada, y que era el líder de una organización de espionaje llamada los 39 escalones.

Esa noche, Annabella es fatalmente apuñalada con el cuchillo de cocina de Hannay, pero antes de morir le advierte a Hannay que debe escapar. Hannay sale disimuladamente del apartamento disfrazado de lechero y toma un tren a Escocia, donde Annabella le había dicho que vivía el hombre con la punta de su dedo cortada y le había entregado un mapa con la ubicación antes de morir.

 










Ve que la policía está registrando el tren y se entera por el periódico de que, siendo sospechoso de un asesinato, es el blanco de una persecución a escala nacional. Desesperado, para disimular, entra en un compartimiento y besa a la solitaria ocupante, la atractiva Pamela (Madeleine Carroll), en un intento por evitar ser detenido. La mujer, sin embargo, consigue librarse de su indeseado abrazo y lo traiciona delatándolo ante la policía. Hannay salta del tren y cae en el puente Forth Rail Bridge, para luego escapar.


Busca un lugar donde pasar la noche, y lo encuentra en la granja de un pobre y viejo granjero (John Laurie) y de su joven esposa (Peggy Ashcroft), quien coquetea con él. A la mañana siguiente, se cubre con el sobretodo del granjero que la joven esposa le regala, y se encamina a la casa de la cual le había hablado la malograda agente. 

Allí encuentra al hombre con la punta del dedo cortado, el aparentemente respetable profesor Jordan (Godfrey Tearle), que le dispara luego de una breve conversación, y lo deja por muerto. 

Afortunadamente, la bala se incrustó en el libro de oraciones del granjero, que estaba metido dentro del bolsillo del sobretodo, y Hannay se escapa ileso una vez más.

Se dirige a la policía, pero estos se niegan a creer su historia, ya que conocen muy bien a Jordan. Hannay huye saltando a través de una ventana y logra para mezclarse con una multitud.

Trata de ocultarse en un mitin político, donde el presentador del evento lo confunde con el candidato para quien se realiza el mitin; Hannay se ve obligado a dar un improvisado discurso enardecedor, sin saber nada sobre el candidato por el que se está haciendo pasar. Sin embargo, es reconocido por Pamela, que se encontraba entre el público y quien lo delata una vez más.

Unos policías aparecen, los esposan juntos y se los llevan. Cuando pasan de largo por la estación de policía más cercana, Hannay se da cuenta de que son agentes de la conspiración. Cuando el auto es detenido por un rebaño de ovejas que bloquean el camino, Hannay escapa, arrastrando consigo a la renuente Pamela.

Juntos cruzan el campo, y pasan la noche en un hostal, donde Hannay le cuenta su historia, pero la muchacha aún no cree en ella. Mientras él duerme, ella logra desprenderse de las esposas, y comienza a fugarse, cuando escucha a hurtadillas a uno de los falsos policías hablando por teléfono; la conversación confirmaba las aseveraciones de Hannay.


Pamela regresa a la habitación y duerme en un sofá. Al día siguiente, le dice a Hannay lo que escuchó, y ambos viajan a Londres para transmitírselo a la policía. Pamela cuenta su historia a la policía, pero ningún secreto se ha reportado robado, por lo que no hacen nada para ayudarla. En cambio, deciden seguirla para localizar a Hannay.


Pamela los conduce sin saber, al show del señor Memoria, en el London Palladium, donde se encontraba Hannay. Allí los policías rodean discretamente al fugitivo.

Cuando el señor Memoria es presentado, Hannay reconoce su tema musical -una irritante y pegadiza melodía que no ha podido olvidar durante días-. Hannay saca conclusiones y se da cuenta de que es a través del señor Memoria cómo los espías contrabandean secretos: él los tiene memorizados.

Cuando la policía finalmente pone a Hannay bajo custodia, este lanza la pregunta: ¿Qué son los 39 escalones y el señor Memoria compulsivamente comienza a responder, el profesor Jordan, que también se encontraba en el teatro, le dispara y trata de escapar, pero es aprehendido. 

El moribundo señor Memoria recita la información almacenada en su cerebro, un diseño para un avión silencioso. Hannay y Pamela se toman de la mano.


Comentarios
Alfred Hitchock dando indicaciones al  reparto
Ha habido otras tres versiones cinematográficas del libro:
The 39 Steps (1959), de Ralph Thomas.
The Thirty Nine Steps (1978), de Don Sharp.
The 39 Steps (2008), de James Hawes.

La original, de Hitchcock, ha sido la más aclamada de todas ellas y aún continúa siéndolo.
En 1999, el Instituto Británico de Cine la colocó en el cuarto lugar del ranking de las mejores películas británicas, y en 2004 la revista Total Film la situó en el vigésimo primer puesto de los films más grandiosos de todos los tiempos.

39 escalones es la primera de una línea de películas de Hitchcock basada en la idea de un hombre inocente que huye de la justicia, incluyendo Sabotaje (1942) y Con la muerte en los Talones (1959).

Hitchcock da libre paso a su imaginación y a su fantasía y alterna pasajes de gran dramatismo con otros de comedia satírica. Muestra a los espías traidores al Reino Unido como grandes burgueses. La denuncia de enemigos interiores es una constante en su filmografía.

En el clásico cameo de Alfred Hitchcock, se lo puede ver arrojando basura cuando Robert Donat y Lucie Mannheim salen del teatro al comienzo de la película.

Alfred Hitchcok en una de sus tradisionales apariciones durante sus peliculas


ANÁLISIS HE INTERPRETACIÓN LIBRE DE LA PELÍCULA “LOS 39 ESCALONES”
POR: GREIVIN CHAVARRIA


Esta Película no es solo una de las mejores películas de Alfred Hitchcok si no que representa una de sus últimas películas que realizaría en su país de origen, en lo que se conoce como su periodo ingles.
En esta inolvidable película el director nos regala no solo una película cargada de emociones e intrigas; sino que veremos en manifiesto ya en este momento lo que será posteriormente una clara huella de estilo por parte de su realizador, donde se evidenciara además uno de los temas favoritos y recurrentes por este  cineasta a lo largo de su trayectoria cinematográfica: “El falso culpable” (el ciudadano ordinario que se mete sin quererlo en un tremendo lío  que puede  terminar al final por acabar con su vida)



Este “Falso culpable” Richard Hannay (Robert Donat) un hombre que como el mismo asegura en varias ocaciones es "un pobre huerfano que no tuvo mas alternativa que hacerse a el mismo, victima de un mundo cruel" ,sobre este personaje tambien podremos intuir que si bien no es una "blanca paloma", ni un pobre tipo sin herramientas de supervivencia, como quedara mas que demostrado al ver sus acciones, tambien nos identificaremos fuertemente con este hombre que deberá de hacer hasta lo imposible para probar su inocencia sobre un crimen que no cometió y a su vez salvando al país de una gran amenaza ; evitando así  el castigo injustamente impuesto (la muerte en la horca). 





En el transcurso de la película tendremos varias ocasiones de ver  Richard Hannay hará hasta lo imposible para conservar su libertad; engañara a quien sea necesario, se hará pasar por quien lo nesecite, saltara de: trenes, ríos, ventanas; todo esto hasta conseguir probar su inocencia.


En medio de esta fabulosa historia de espías,  policías y persecuciones, Hitchcok se toma además el tiempo para salir por segundos de esta atmosfera oscura, de espias he intrigas y para nuestro asombro lo hara principalmente  en los momentos de mas necesidad de los personajes, presentándonos situaciones con un humor muy característico por este  cineasta, que además de hacernos reír (a más no poder), nos acercan más a los deseos y “vidas” de los personajes.

Situaciones tales como un Richard Hannay (Robert Donat) huyendo de la policía y de los agentes de “los 39 escalones” y como último recurso refugiándose en un salón donde no solo no lograra estará oculto sino que será confundido por otra persona y deberá dar un discurso para la comunidad, por lo que deberá echar mano a su imaginación y tratando  en medio del discurso, de dilucidar como podrá librase de esta comprometida situación, mientras se ve descubierto por lo que en ese momento cree que son policías.

Algo que llamo fuertemente mi atención y también es muestra de este particular sentido del humor que hablamos, es que cada vez que nuestro héroe  debe (o intenta) decirle alguna verdad a alguna las personas en la historia, estas simplemente no son capases de creerle (aunque siendo francos quien no desconfiaría de una historia tan poco común), no dejando más alternativa a nuestro heroe que recurrir a decir lo que las personas quieren escuchar o aquello que si están dispuestas a creer; como lo son el caso del Lechero, que prefiere escuchar intrigas amorosas que asesinatos, o Pamela que está dispuesta a creer primero que Hanny es un brutal asesino de mujeres; antes que creer que es un hombre inocente que huye para  trata de demostrar su inocencia, o mismo comandante de policía, que prefiere creer la versión de un asesino que tuvo suerte al no morir por una bala disparada por los policías que lo perseguían; en lugar de pensar siquiera la posibilidad de que su amigo el profesor,  sea el jefe de una organización internacional de espías.Sera que es mas fasil creer en estas cosas que enfrentarnos a una realidad que nos refiere a un mundo secreto y peligroso que nos rodea y esta al asecho, presuponer que estas son cosas de un mundo de ficcion ajenas a nosotros.

Algo que también recalcare es el maravilloso efecto generador de tensión presente trama el cual consiste en  que cada vez que parece que nuestro héroe y se encuentra irremediablemente perdido, siempre se ve como alentado por una desconocida fuerza e inspiración repentina para encontrar alguna salida a su predicamento, claro esto sumado al excelente ritmo en que se presentan los acontecimientos .Ritmo evidente en lo rápido que se desarrolla y evoluciona la historia, cambiando rápidamente de personajes, lugares, matices, intensidades y situaciones.


En resumen queda claro que esta obra nos habla del nacimiento de las primeras y más claras armas con que Hitchcok abordara el cine en sus etapas posteriores.